Los límites de la inteligencia artificial todavía aumentan a pasos agigantados. Ahora, la posibilidad de que una máquina sea capaz de ver por sí sola está ofreciendo múltiples novedades en el sector de la tecnología y la comunicación. Google se ha sumado a ello y ahora ha creado un algoritmo capaz de predecir cuánto de bonita le puede parecer una imagen a una persona.
Hasta el momento, el sistema empleado para determinar este dato consistía en valorar los likes o reacciones de estas imágenes. Sin embargo, los actuales investigadores de la inteligencia artificial han elaborado un nuevo método que enseñará a los ordenadores a decidir por qué unas imágenes son mejores que otras. La inteligencia artificial es bastante efectiva a la hora de dar una categoría a las fotos, dentro de unos parámetros tangibles. ¿Pero y si la inteligencia artificial pudiera valorar nuestras fotos como lo hacen los humanos?
Según indica The Next Web, este proceso es posible gracias a una red neuronal entrenada con deep learning a través de la cual se pasan las imágenes. Esta red puntúa sobre 10 cada imagen, y para ello examina cada píxel de la imagen así como su estética en general. Una vez obtenga estos datos, valorará una puntuación que será la que considere que será la conseguida por un ser humano.
No obstante, esto no quiere decir que a partir de ahora una máquina sea capaz de tener sensibilidad artística. Únicamente tendrá la habilidad de escoger la mejor fotografía dentro de una selección o ráfaga de fotografías similares entre ellas o pertenecientes a una misma categoría.
Este nuevo algoritmo, puede resultar de gran utilidad para aplicar ajustes automáticos a una determinada fotografía, o bien para obtener mejores resultados en aplicaciones propias como Google Fotos. Al margen del universo Google, este aspecto de la inteligencia artificial se podría aplicar en un futuro a multitud de proyectos, incluidos algunos más complejos como los coches autónomos, ofreciéndole una visión lo más parecida posible a la humana. Sin duda, se trata de un desarrollo de la tecnología con un enorme potencial, y que todavía está por descubrir.
Emibin 