Cuando navegamos sin antivirus, nos exponemos a virus que pueden atacar a nuestros datos de una forma muy sencilla, ya que estos virus maliciosos llevan ya más de 40 años entre nosotros y cada vez son más avanzados.
Sabemos que unos sistemas operativos son más seguros que otros, como ocurre con MAC, aunque también es vulnerable si no existe un antivirus que pueda parar a posibles filtraciones. También sabemos que, por su funcionamiento más sencillo y preferido por muchos usuarios, el sistema operativo que se ve más afectado por los virus y sus amenazas es Windows. Pero no por el propio sistema, sino por los usuarios que lo utilizan, ya que por comodidad, muchas veces desactivan los sistemas de seguridad que vienen integrados.
Cuando realizamos cualquier tipo de instalación de software, así como programas que necesitamos o que, simplemente, nos gustan, ya estamos exponiendo a nuestro ordenador a posibles infecciones de virus. Además, creer que navegamos seguros porque “sabemos dónde nos estamos metiendo” solo por entrar en webs con HTTPS o páginas oficiales, tampoco nos garantiza que no se filtre el virus, pues estos pueden entrar por visitas a páginas que creemos seguras, correos electrónicos, chats, documentos compartidos…
Tampoco hay antivirus 100% seguros
Tener un antivirus tampoco va a hacer que estemos libre de virus, pues nosotros mismos debemos saber cómo hacer un uso responsable de Internet.
Si quieres “navegar feliz” y sin preocuparte de los virus de manera obsesiva, desconfía de los correos desconocidos y de los que te piden datos.
Y recuerda: nunca des datos tuyos por Internet, aunque parezca seguro.
Cuidado con los banner o anuncios de premios y cosas gratis y cuidado también con los programas que instalas. Escanea siempre los pendrives con herramientas antimalware o con el propio antivirus, pues siempre puede haberse colado algún virus.
Y tú, ¿navegas con antivirus o sin él?